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viernes, 28 de julio de 2023

En Rock al Parque 2023 algo huele a podrido ¿Qué es lo que realmente sucede al interior de esta selección? Análisis.



Uno entiende que la mayoría de los primeros puestos ocupados por las poquísimas bandas de rock sean nombres afines y amigos a Idartes y a los jurados y que incluyan dos o tres para disimularlo, uno entiende que la ex-vocalista de una de las bandas clasificadas que claramente está activa y lanzando trabajos de primera linea quede entre los últimos lugares, uno incluso entiende que una de las bandas amigas de uno de los jurados quede entre los primeros puestos porque este tipo de nepotismo y corrupción es lo normal en el festival. Pero lo que si no podemos entender es cómo un jurado que está compuesto por tres personas en donde dos de ellas han vivido de primera mano el rock en Colombia, son parte de la escena, conocen los ires y venires del gremio, hayan escogido una serie de bandas de cumbia, ranchera y otros géneros folclóricos dejando de lado grandes bandas de rock y metal de la ciudad que se inscribieron. De hecho, uno no entiende como personas que llevan 30 años o más en la escena conformen una lista de bandas que claramente están muy debajo de otras en trayectoria, ensamble, nivel musical y otras características para dejar por fuera bandas de los géneros coherentes con la política de Rock al Parque. ¿No basta entonces con que un jurado lleve años en la escena para comprender el rock y sus formas o es que algo más pasa ahí adentro? Algo huele mal, algo huele muy mal.

Yo sé, yo sé que ustedes la mayoría de los colombianos y sobretodo la mayoría de los músicos a los que les da miedo aceptar que el festival es corrupto y no quieren ser vetados como ha pasado, diga que otra vez “estamos pataleando” pero no es así, recuerden que la contraloría descubrió toda la corrupción en el festival gracias a una denuncia de Subterránica en donde encontraron irregularidades en la contratación de artistas nacionales e internacionales, falta de transparencia en la selección de las propuestas musicales, sobrecostos en la producción y logística del evento, incumplimiento de las normas sanitarias y de bioseguridad y desviación de recursos públicos destinados al festival entre tras cosas. Extrañamente Idartes no ha sido sancionado ¿Por qué? Dios es grande. Entonces nosotros ya hicimos la tarea de denunciar y comprobar y ahora estamos en proyectos honestos e increíbles, así que harina de otro costal, pero da mucha tristeza lo que sucede con una escena tan grande y rica como es la del Rock y el Metal Bogotano a merced de estas personas.

Idartes nunca ha querido responder por estas acciones, nunca ha querido dar una entrevista y nunca ha podido fundamentar el deterioro de esta política cultural que nació para apoyar el rock pero que mientras Chucky García estuvo al frente fue cambiada para darle cabida a todo lo que venga por delante.

Pero lo que si causa mucha curiosidad es lo que sucedió con estos jurados ¿Los convencieron con dinero? ¿Les condicionaron el pago a escoger cumbia y ranchera? ¿Son coaccionados? ¿Una persona con 30 años en la escena no sabe diferenciar una cumbia de un rock? ¿Una persona con 30 años en la escena piensa “la música es una” y es bueno sacar bandas de Metal y Rock para meter ranchera? Hmmm, no, eso no sucede.



Hace algunos años uno de los jurados nos contó que García en sus épocas manipulaba a los jurados leyéndoles una definición de lo “que según él era rock” para obligarlos a no escoger solo bandas de rock y Metal, tambien nos contó como después de la selección llegó en actitud inquisitiva a preguntar por que los Petit Fellas no habían pasado al festival. Esto nos confirmaba aún más la forma de actuar del círculo del festival, el festival no solo falla en la transparencia de la selección sino en el nepotismo al contratar actos internacionales y nacionales, entre muchos aspectos más.

Pero pensábamos que con el cambio de curador, el cuál no sabemos quién será porque no han anunciado ni dicho nada, estas cosas se podrían corregir, pero nos damos cuenta de que no es el curador el único problema, al parecer esto es política de la entidad, Idartes debe estar manipulando a los jurados para realizar su plan de “inclusión y diversidad” progresista que reina en las artes bogotanas y que la entidad está muy afanada por establecer, hay ahí presente un discurso político y manipulador en donde se mezclan teorías que nisiquiera ellos entienden, es seguro que algo sucedió antes de esta selección.

Acá no nos vengan a decir que los dos rockeros escucharon una ranchera y dijeron “oh que excelente ranchera para Rock al Parque, vamos a dejar afuera a bandas rockeras y metaleras increíbles solo para que los rockeros bogotanos puedan disfrutar de una buena ranchera” eso es una estupidez.

Acá está sucediendo algo y lo vamos a investigar, sería muy interesante que los dos jurados nos concedieran una entrevista pública en un medio de comunicación nacional para discutir bajo que argumentos la lista está llena de nombres de amigos y de cumbia, ranchera y modernizaciones folclóricas que nada tienen que ver con el género. Pero sabemos que esto no va a suceder, de hecho, es muy posible que nuevamente recibamos ataques como los que recibimos cada vez que denunciamos estas situaciones. Como el año pasado cuando Leonardo Guzmán nos atacó y luego se hizo la victima cuando nos defendimos, como la ocasión en que Actualidad Panamericana se burló por lo mismo. Colombia es un país enfermo que aplaude a sus corruptos y los defiende, y que cuando se les responde se hacen las víctimas.

Esta es una problemática más seria de lo que parece, tal vez ustedes no lo ven o las personas no se atreven a decirlo pero los músicos están ofendidos, los músicos ya se dieron cuenta de la corrupción y ya es imposible taparlo, hay gente viviendo literalmente con parásitos de estas políticas y están amasando fortunas pero lo peor es que han matado, han asesinado, han destruido el rock como tribu urbana, como género musical y como industria cultural, siguiendo una agenda ideológica que lo único que hace es daño.

Sería bueno que Idartes y sus contratistas dieran la cara por una vez en la vida para que los sencillos mortales podamos entender como se gastan miles de millones de pesos en un festival que se puede hacer con un décimo de su presupuesto y no es necesario desfalcar el erario público para montar a tocar a los parceros y los grupos folclóricos que le interesan al estado. La invitación siempre está abierta, cuando quieran nos sentamos con camaras y grabadoras a discutir. 

Felipe Szarruk
Doctorando en Periodismo Universidad Complutense de Madrid, Magister en Estudios Artísticos, Músico, Comunicador Soocial, director de Subterránica Media y Fundación LA ROCK.

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