¡Van a llorar, pero toca decirlo! ¡Que aburrido, que denso, que cosa tan sosa! Un egocéntrico parado en un escenario tocando trescientas notas por minuto, que no es capaz de decir “mayor” sino “modo dórico” al referirse a una escala para parecer más intelectual, escupiendo sonidos a diestra y siniestra que solo él y nadie más entiende mientras todo el bar o el recinto habla sobre la mujer más bella. sobre el tipo de la camiseta con músculos o aprovecha para pararse a ir al baño. Todos en el concierto esperando a que por fin venga la banda tres acordes que los va a hacer divertirse y bailar y que hará que valga la pena cada centavo de la entrada, mientras la novia y los tres alumnos del “maestro” autonombrado lo siguen con la boca abierta descrestados, porque algún día esperan tomar su lugar en la corta fila de la música de guitarra solista, aburrida, ególatra y con muy poca alma. No vayan a gimotear, hay verdades que muchos deciden no tragarse y mucho menos decir.
John Lennon se tragó al mundo con dos acordes, la música es un lenguaje, un lenguaje y como lenguaje hay que hablarlo de manera que las personas lo entiendan, usted no puede hablar chino si no lo aprendió y este tipo de guitarristas le quieren hablar al público un lenguaje que para ellos es supremamente aburridor, al menos para la gran mayoría, pero eso no lo entienden estos asesinos del mástil ya que para ellos el Sweep Picking es su religión, ellos en realidad piensan que entre más notas y más rápido toquen la gente se sentirá más identificada, pero es dificil encontrar uno que además de esta metralleta de pitos suelte un acorde limpio o sea bueno haciendo riffs y arpegios que llegan al alma porque ese agravio de escalas es sencillamente una oda, una sinfonía para su ego y su pequeño micromundo el cuál juran es más grande que el universo.
Ojo, soy guitarrista y sé de lo que hablo, hay personas que han logrado transmitir alma y mensajes con su instrumento, logrando un equilibrio perfecto entre el arte, la técnica y la comunicación, todos saben a que me refiero, si usted se está sintiendo ofendido por este escrito entonces usted es ese guitarrista de mierda, colérico que jura que es más que los demás y que en realidad es un diazepam musical que duerme a todos menos al ejecutante. Es como cuando el presentador dice “levanten la mano los idiotas” y tres la levantan, así que si está levantando la mano, ya saben para quien va este artículo, lo resolveremos en los comentarios cuando el tocado se desahogue como placera desesperada vendiendo las últimas papas pichas que le quedan, usando la falacia ad hominem para insultarme tratando de disfrazar esa frustración en la que viven consumidos al no lograr hacer clic con el público porque su música no le llega al corazón a nadie, porque es un bodrio.
Ojo, soy guitarrista y sé de lo que hablo, hay personas que han logrado transmitir alma y mensajes con su instrumento, logrando un equilibrio perfecto entre el arte, la técnica y la comunicación, todos saben a que me refiero, si usted se está sintiendo ofendido por este escrito entonces usted es ese guitarrista de mierda, colérico que jura que es más que los demás y que en realidad es un diazepam musical que duerme a todos menos al ejecutante. Es como cuando el presentador dice “levanten la mano los idiotas” y tres la levantan, así que si está levantando la mano, ya saben para quien va este artículo, lo resolveremos en los comentarios cuando el tocado se desahogue como placera desesperada vendiendo las últimas papas pichas que le quedan, usando la falacia ad hominem para insultarme tratando de disfrazar esa frustración en la que viven consumidos al no lograr hacer clic con el público porque su música no le llega al corazón a nadie, porque es un bodrio.
Había que decirlo, había que sacarlo, y bueno, es cierto que hay un nicho de personas que disfrutan esto, así como hay algunos que disfrutan el jazz (se los juro), la música norteña y a Peso Pluma, para todos hay, existe músicas para músicos para oídos sin entrenamiento, todo es válido, todo es hermoso en la práctica artística. Que linda es la música, que enorme, lástima los músicos, lástima su forma de ser, de actuar, su egoísmo, su envidia, su frustración.
Lo que hace dificil respetarlos no es su forma de tocar, eso es virtuosismo, lo que hace dificil de soportarlos es su personalidad excerbada, su ego petulante y su desdén por lo que ellos consideran no está a la altura. Lo doloroso es que llega un muchacho que tiene calle con dos cuerdas y un acorde y arrastra a medio mundo por el piso con sus canciones... debe ser duro.
“El talento es dado por Dios, se humilde, la fama es dada por el hombre. Sean agradecidos, la vanidad es auto-dada, tengan cuidado.”
John Wooden
“La posición del artista es humilde, es esencialmente un canal.”
Piet Mondrian
“El talento es dado por Dios, se humilde, la fama es dada por el hombre. Sean agradecidos, la vanidad es auto-dada, tengan cuidado.”
John Wooden
“La posición del artista es humilde, es esencialmente un canal.”
Piet Mondrian