La falacia Ad-Colombian es muy común en el país y consiste que la persona que comete un error, un delito, un crimen o cualquier acto que directamente tiene una repercusión negativa en otra persona, no acepta su culpabilidad, y al no tener una contraargumentación trata de destruir y desacreditar a quien le ha hecho ver que ha cometido el error. Es un comportamiento casi inherente del colombiano, hay países que por su nivel de educación no aplica, pero Colombia no es un país educado, ocupa el primer puesto en ignorancia, de acuerdo al estudio de percepción de la realidad y ocupa casi el último puesto en nivel educativo en las pruebas Pisa, en resumen, el colombiano promedio es ignorante, carece del sentido de análisis de la realidad y no ha podido acceder a una buena educación porque el mismo país no la brinda. Ejemplos de Falacias Ad-Colombian hay muchos, pero el más común con el cual muchos se pueden haber encontrado es una sencilla pelea de pareja, en donde alguien comete un error y cuando la otra parte reclama, la actitud de la otra persona en enojarse con quien reclama y en la mayoría de los casos por amor, la contraparte termina perdonando y suplicando a quien cometió el error, eso es lo normal en Colombia lo cual entonces nos lleva a la parábola de la puta:
Colombia es una puta muy hermosa (O un puto si las extremistas radicales no quieren que sea mujer porque ofende su integridad) pero para mí que soy hombre heterosexual, es una puta. Una puta muy hermosa de la cual uno se enamora y se casa con ella, esa puta comienza a cometer errores y uno por amor la perdona, comete otro error y por amor la perdona, y así sigue cometiendo una serie de errores que se convierten en una tortura y en algo interminable, por lo tanto, el mejor camino con la puta es terminar la relación y olvidarla, deshacerse por siempre de ese tormento masoquista.
¿Pero porque verlo tan pesimistamente y no apostarle a la redención de la puta? Sencillamente porque es imposible cambiar a quien no cree tener un problema, me explico. Un drogadicto que no sienta que tiene un problema no puede ingresar en ningún programa de limpieza de drogas por que sencillamente no quiere, así, si la puta no quiere dejar de ser puta, no hay forma de cambiar esa realidad lo cual va a resultar que todo esfuerzo se convierta en un masoquismo eterno, en un sufrimiento sistemático, una parte sufriendo porque quiere cambiar a la puta, y la puta sufriendo porque no soporta que el que la ama no la acepte como es.
Por lo tanto, es posible que Colombia jamás vaya a cambiar porque los colombianos somos por naturaleza creativos, alegres, ingeniosos, activos, amigables, pero a la vez somos por naturaleza corruptos, asesinos, violadores, ladrones, traficantes, aprovechados y una lista más de errores que no queremos cambiar porque no sentimos que estén mal, porque acá: El vivo vive del bobo y el bobo de la mama, a papaya puesta papaya partida, hecha la ley hecha la trampa y esas son las reglas que rigen nuestra cotidianidad.