Dejemos de lado que un presidente quiera discutir con J
Balvin el futuro cultural del país, el presidente no tiene la culpa en ser un
ignorante en este campo, el debe preocuparse por tratar de arreglar esta patria
fallida a donde regresaron las masacres y el hambre, en donde tenemos la peor
educación del planeta y en donde la salida más fácil a los problemas es la
internacional del aeropuerto El Dorado porque no se ve en realidad otra.
Dejemos a parte también que una persona como Marbelle se
atreva a publicar un post en donde clama que el arte no es resistencia, es
normal que alguien que no ha pasado por una educación formal en las prácticas artísticas
tenga a su ego y su micromundo como dogma de vida y tampoco es culpable de
vivir en un país en donde la mayoría de las personas creen que Carlos Vives hace
rock y que Maluma debe ser condecorado por el gobierno, que Yo me llamo y Amparo
Grisales son semilleros de talento, eso no es culpa de nadie, si a uno lo crían
los monos pues actúa como mono, es imposible saber algo que no se ha aprendido.
Lo que es realmente importante y que debemos detener es el
asesinato sistemático del arte en Colombia, la pauperización de la cultura y sobre
todo la dictadura cultural de la que es victima todo un país que debería estar
nadando en riqueza producida por el impresionante abanico de talento que se
está muriendo de hambre en todas sus ciudades y pueblos, Colombia solo se
acuerda de un artista cuando este triunfa afuera, hacemos gala de lo hipócritas
que somos y eso que estamos calculando dentro la palabra artista a cualquiera
que “entretiene”.
Y ese es precisamente el problema de esta patria, el lastre
que ha arrastrado durante años, ser mediocres en todo, porque acá no se
diferencia el arte del espectáculo, el artista del “entretenedor, una palabra
que en Inglés está muy bien definida: Entertainer, pero que acá no, acá “todo
es arte”, tanto que las patéticas noticias sobre narconovelas y reinas de
belleza son enmarcadas en el noticiero en la sección de “cultura”, es un
pecado.
Colombia es un país rico en producción creativa, pocos lugares
en el planeta tierra tienen una explosión de expresiones como este pero la
infinita ignorancia de nuestros mal llamados líderes lo han condenado a un
último plano en la importancia de la sociedad, es tan grave el asunto, que la
mafia más grande de Colombia no fue el cartel de Medellín o el de Cali, sino
que fue y sigue siendo un monopolio legal amparado por el estado llamado Sayco
que lleva décadas apropiándose ilegalmente de las creaciones de los
compositores que no pertenecen a su sociedad y robando a todos y cada uno de
los colombianos sin que acá pase nada, es tan grave el asunto que el gobierno
permite que Sayco use a la policía como sus cobradores privados, porque Sayco
es una empresa privada ¿En donde se ha visto eso? Solo en New York cuando la
policía trabajaba para la mafia, lo peor es que cada vez que se les cita para
un debate siempre encuentran una excusa para no asistir.
¿Pero que le podemos pedir a un país en donde la belleza y
la vida valen menos que un huevo? ¿Qué le podemos pedir a un país en donde todo
está corrupto y la necesidad es lo único que mueve al pueblo? El arte no puede
ser en un país en donde el horror reina porque el arte es sublime y es por eso
que acá lo que reinan son espasmos de artisticidad convertidos en actores, músicos,
cantantes y pintores, personajes idealizados por una doctrina, por un poder,
una dictadura, son conceptos muy viejos, el gobierno corrupto dice: “Yo los
ayudo, pero yo les digo lo que el arte es”, un sometimiento tan viejo como el
mismo ser humano, acá, en un estado laico, la pataleta de un extremista
cristiano es capaz de detener un concierto ¿Qué más se puede decir?
Un festival de Rock que contrata artistas de cumbia porque
la ignorancia de sus lideres cree en su cabeza empírica que la música es una,
entonces si la música es una el deporte también y juguemos fútbol con raquetas
de tenis y aletas, ¿es lo mismo no?, un festival de Jazz que contrata Vallenato
y un festival de Vallenato que contrata rancheras, ruedas de negocio con los
mismos personajes de siempre en donde lo único que se discute es el ego de cada
uno, sistemas universitarios paupérrimos y carísimos con una educación
mediocre, las facultades de música en su gran mayoría parecen aun en el
medioevo y de las otras disciplinas ni hablar, una auto creada “economía
naranja” que sirve a los mismos empresarios de siempre porque la ignorancia
colombiana cree que el arte sirve únicamente si produce dinero y por esto
podemos comprender por qué Balvin y Maluma son las banderas de hoy para el
gobierno, por el impacto mediático, porque es un mundo fácil y barato y por lo
tanto la gente consume lo fácil y lo barato y entonces tenemos a cientos de
miles de artistas trabajando en Uber para poder comer, ah, pero cierto que Uber
será cerrado porque no es parte de los monopolios protegidos por el estado,
porque hace parte de esa misma economía colaborativa y naranja que solo se
aplica cuando conviene y eso solo hablando de música que es lo más visible porque las demás prácticas parecen ni existir.
No se confundan, porque el colombiano tiene tendencia a
confundirse y deshacerse en insultos y degradación cuando el argumento no le
alcanza, lo que hace Balvin es estado del arte en su campo, es el exponente más
grande del reguetón a nivel mundial, pero no es una persona con el conocimiento
necesario para sentarse con un presidente a trazar caminos para un futuro
cultural, así como obviamente el presidente tampoco lo es, llegó a unos premios
de periodismo a hablar del paro porque el argumento no le alcanzaba para hablar
de otra cosa, ¿Quién es nuestra Ministra de Cultura? Una abogada nombrada según
el presidente porque le gusta el folclor ¿Qué esperamos?
El arte señoras y señores es un campo de conocimiento amplio
y difícil, requiere de décadas de dedicación absoluta y de pocas recompensas,
el arte no es el avión privado o el pelo de colores, y siempre, sí señora
Marbelle, siempre es un acto político y de resistencia, lo que pasa es que a ustedes
los que el pueblo conoce como artistas les importa poco la realidad de un
estado colapsado como estos porque no son artistas, son entretenedores, mientras
les paguen millones para vociferar que “el culito está rico” o “que se la metí
doblada” y con eso puedan pagar sus cuentas seguirán sintiéndose grandes
luminarias de lo que creen es “arte”.
Y entonces da mucho dolor y lastima saber que todos están
engañados, los mismos artistas que pierden sus vidas estudiando e investigando
porque no sirve de nada, los propios entertainers que creen que el aplauso es
igual al talento y los generadores de espacios para la cultura que todo lo
hacen mal.
Si tan solo se sentaran a escuchar un momento las verdaderas
necesidades de los artistas en Colombia y cómo podríamos ser potencia mundial
de las industrias creativas la cosa sería diferente, pero esto no va a suceder,
esas cosas se seguirán discutiendo eternamente en la academia en donde poco
sirven mientras un poco de ignorantes siguen recitando discursos vacios en
micrófonos que desembocan en las letrinas de la sociedad que a diario se
desangra en la necesidad y la oscuridad de un futuro que jamás llegará.
Las obras de arte nacen siempre de quien ha afrontado el
peligro, de quien ha ido hasta el extremo de la experiencia, hasta el punto que
ningún humano puede rebasar. Cuanto más se ve, más propia, más personal, más
única se hace una vida.
Rainer María Rilke
Felipe Szarruk, músico, comunicador social y Magister en Estudios Artísticos. Fundador del Colectivo Subterránica y la Asociación de Músicos Independientes de Colombia.