Al mejor estilo de una dictadura arrodillada, un juez de la república falló en segunda instancia una tutela a favor de la empresa Facebook Inc con sede en California, otorgándole derecho a callar a los usuarios colombianos según su criterio moral, borrando y bloqueando los comentarios que ellos crean necesarios así estos no usen lenguaje común en el país, pasando así por encima del derecho constitucional a la libertad de expresión consignado en la carta magna.
Siendo así, entendemos porque la constitución colombiana es un libro de chistes que los jueces no respetan y que usan a su conveniencia para manipular los bienes, servicios y recursos de la nación en favor de unos pocos.
Y es que lo vemos en todos los ámbitos de la sociedad, es irrefutable que tutelas, derechos de petición y cada mecanismo de defensa ciudadano no sirven en este país, y es lógico, somos el país más corrupto del planeta tierra, la defensoría del pueblo es una institución de adorno y la podríamos comparar como que, en la Alemania Nazi, Hitler hubiera abierto la oficia de defensa de los judíos.
Es difícil entender que lleguemos al punto de entregar nuestra jerarquía constitucional en favor de una compañía extranjera, eso es caer lo más bajo que se puede caer en la dignidad de la patria.
Siendo, así las cosas, entendemos que somos ciudadanos de segunda categoría en nuestra propia patria, que no tenemos forma alguna de defendernos ante cualquier violación a nuestros derechos y que la justicia solo es para quien pueda pagarla o para quien pueda mover intereses.
Es una lastima que teniendo una de las constituciones más hermosas del planeta, la gente a la que debería beneficiar, es gobernada por una caterva de salvajes ignorantes, arrodillados y ladrones que manejan el país como si fuera una empresa privada.
Definitivamente la única salida a los problemas de Colombia es la internacional de El Dorado. Hay que irse, por dignidad, al fin y al cabo, que se espera de un país en donde los que pasan por encima de la ley son congresistas y los que trabajamos día a día no tenemos para almorzar.
Foto de Kat Jayne en Pexels
El juez, fiel a los intereses de la empresa norteamericana, desligó a su filial en Colombia Facebook SAS de toda responsabilidad de la operación de la plataforma que se ha convertido en un medio de comunicación personal de los ciudadanos que no tienen voz y acepta que solo “recauden” el dinero que los colombianos gastan en ella, así que todo lo consignado en la constitución nacional a cerca de la libertad de expresión es una mentira, una falacia, son solo palabras impresas en un libro que nadie respeta. Al igual que todos nuestros derechos fundamentales como la educación, la vivienda digna, pero sobre todo la vida, ha sido destruido y burlado en este país en el que parece no existir otra justicia que la que pueda comprar el dinero sucio.
Siendo así, entendemos porque la constitución colombiana es un libro de chistes que los jueces no respetan y que usan a su conveniencia para manipular los bienes, servicios y recursos de la nación en favor de unos pocos.
Y es que lo vemos en todos los ámbitos de la sociedad, es irrefutable que tutelas, derechos de petición y cada mecanismo de defensa ciudadano no sirven en este país, y es lógico, somos el país más corrupto del planeta tierra, la defensoría del pueblo es una institución de adorno y la podríamos comparar como que, en la Alemania Nazi, Hitler hubiera abierto la oficia de defensa de los judíos.
Es difícil entender que lleguemos al punto de entregar nuestra jerarquía constitucional en favor de una compañía extranjera, eso es caer lo más bajo que se puede caer en la dignidad de la patria.
Siendo, así las cosas, entendemos que somos ciudadanos de segunda categoría en nuestra propia patria, que no tenemos forma alguna de defendernos ante cualquier violación a nuestros derechos y que la justicia solo es para quien pueda pagarla o para quien pueda mover intereses.
Es una lastima que teniendo una de las constituciones más hermosas del planeta, la gente a la que debería beneficiar, es gobernada por una caterva de salvajes ignorantes, arrodillados y ladrones que manejan el país como si fuera una empresa privada.
Definitivamente la única salida a los problemas de Colombia es la internacional de El Dorado. Hay que irse, por dignidad, al fin y al cabo, que se espera de un país en donde los que pasan por encima de la ley son congresistas y los que trabajamos día a día no tenemos para almorzar.
Foto de Kat Jayne en Pexels
