A diferencia de muchos, siento que el 2020 fue maravilloso.

Perdí muchos amigos y me dolió mucho, lloré por los que se fueron, mi padrastro murió y a pesar de que no me llevaba bien con él, lloré por su muerte, si no fuera por él jamás me hubiera ido de casa tan temprano y no hubiera escapado del destino de mi familia. Me enfermé de Covid 19 después de esconderme de el durante ocho meses, incluso me fui de mi ciudad y apenas regresé me contagié, pensé que iba a morir, pero afortunadamente no fue así en ese momento, se que moriré, pero no fue ese día, ni mi esposa, ni mis hijas, ni mi madre, ni mie hermana quien tuvo a su hijo estando enferma. He visto como día a día han tildado este año de fatídico y del peor de nuestra era, pero no fue así.

2020 fue un año maravilloso a pesar de la pandemia que más que un castigo puede ser una oportunidad, los religiosos lo llamarían una bendición, los que no son religiosos le dirían una enseñanza, este año si se mira con los ojos correctos ha sido el más enriquecedor, el que más nos ha enseñado y tal vez el que hará que muchas personas comiencen a vivir de verdad y a valorar lo que debe ser en realidad valorado.
La mortalidad de los seres humanos quedó expuesta, hoy todo el mundo sabe que vamos a morir, ricos, pobres, famosos, don nadie, atletas, drogadictos, todos vamos a morir en algún momento y el pensar en eso hace que se valore la vida. Las personas antes de la pandemia siempre estaban con el pecho levantado creyendo que eran inmortales y que algo como “el virus” le sucede a los demás, no todos obviamente, como todo lo que escribiré en este texto servirá para las personas críticas, las que piensan y las que aceptan lecciones y cambian su manera de pensar con las nuevas evidencias, personas que valen la pena, es sencilla selección natural.

Creíamos que éramos una sociedad avanzada, una civilización poderosa y quedó demostrado que somos una patraña del universo, somos débiles y le damos valor a lo banal, a lo repentino, a lo efímero. Hoy nos dimos cuenta que lo importante era el vivir por los demás, que la ciencia es importante, que los médicos son importantes, los colegios, los maestros, no los futbolistas y los cantantes.

Nos dimos cuenta que el dinero es un juego ridículo, todo mundo decía haber perdido todo pero en las ofertas de baratijas se lanzaron como buitres a un cadáver, los pobres gastan su dinero en eso, en “cositas”, en baratijas para sentir que tienen algo, los ricos son generalmente los que producen esas baratijas, ahora los ricos son las aplicaciones de domicilios y los tik tokers o Youtubers que hacen putifiestas y pendejadas, ellos son los que compran Jets y apartamentos mientras que para los que estudian y trabajan duro un queso es un lujo. Nos dimos cuenta que el dinero es un juego, un circo y no es el fruto del esfuerzo.

Una vacuna en menos de un año !si se podía! entonces sí se tenían los fondos y el equipo, pero preferían gastar el dinero en pases de jugadores o en otras cosas porque una vacuna “no era importante” hoy ya sabemos que el dinero debe ir a la investigación en lugar de al ejercito ¿de que sirvieron los soldados? Nos dimos cuenta que los ancianos existen, que están ahí y no queríamos perderlos, a nuestros padres, abuelos, amigos, yo perdí muchos amigos, me duele, pero era su momento, así como el mío llegará algún día.

2020 nos enseño que lo importante de la vida es vivirla, estar unidos con nuestras familias, no a todos, aun quedan millones de e.stúpidos en las calles pero ellos no cuentan, son carne que camina y d.efeca, en cambio los que aprendieron las lecciones seguramente verán el cielo de otra forma, ya vimos que todos esos viajes de trabajo, que todas esas reuniones, que tanta parafernalia podía siempre haber sido un email, una video llamada, nos dimos cuenta que la mayoría trabaja mejor en la casa que en una oficina.

 La medicina y la religión fueron desmitificadas, vimos al papa Francisco rezando en una plaza sola y a los que clamaban curar en nombre de Dios morir enfermos y ahogados, vimos que los médicos son solamente humanos que también se desesperan y que ese ego inflado de muchos y esa deshumanización no servía para nada, porque la medicina aun está en estado cavernario, nos falta mucho para ser lo que creemos ser.

Un hombre común y corriente que logró una fortuna gracias a genialidad y a su visión del mundo envió hombres al espacio con su propia empresa, la industria del cine y la música cambiaron para siempre y la televisión se convirtió en algo esencial. La comunicación social de repente se hizo más importante que cualquier cosa y conocimos de primera mano cómo se trabaja la manipulación en los medios y como el terrorismo psicológico se apoderó del planeta.

Nos dimos cuenta que las personas no son inteligentes, que seguimos satanizando la noche y los vicios, mientras cerraron el turismo y el entretenimiento abrieron el comercio y esto causo millones de contagios y miles de muertes, se reflejó de forma impresionante en la sociedad esa falta de educación, hoy nos dimos cuenta que los pocos que han estudiado estudiaban carreras para ser borregos del sistema, economistas, administradores, abogados, ¿de que sirvieron? Hoy nos dimos cuenta que profesiones se necesitan.

El 2020 fue malo para casi todos porque casi todos se vieron afectados en lo único que les interesa, el dinero, las personas miden su vida por el dinero, como si el dinero fuera el aire, o el agua que este año comenzó a cotizar en la bolsa de New York y ya sabemos que nos la van a quitar y nos van a someter con ella, sabemos entonces que será el arma del futuro y si alguien quiere un sorbo de agua tendrá que rogarle al emperador de turno.

Aprendimos algunos que tenemos que pelear a muerte para evitar ese futuro, este presente que ya está acá y que es horrible, esta vida que convirtieron en un video juego distópico.

Para mí este año me enseñó mi debilidad, mi impotencia y mi realidad, fue la mejor escuela, no pude viajar, me quitaron todo lo que yo era, mis escenarios, mis conciertos, mi trabajo y sin embargo logré pelear en contra de todo eso y sacar adelante mil proyectos, mil ideas, rebelándome contra el mundo y contra todos y sobre todo contra mis miedos y contra mi mismo, porque nunca me importó el dinero, nunca lo he tenido así que este año no me pudo quitar nada, no me quitó mi dignidad ni el ímpetu de ser quien soy. No me dejé someter por el terror del estado y superé todo lo que vino por delante.

Así que, si muero mañana, para mi 2020 fue maravilloso porque me mostró habilidades que no sabía que teníamos, me mostró la realidad de la humanidad y ahora se que tenía razón en muchas cosas de las que pensaba, sobre todo que el país en donde nací siempre fracasa y su gente vive en absoluta necesidad, que la mayoría de los seres humanos ya están muertos en vida y que la vida se compone es de momentos y no de cosas.  

Tal vez debemos por una vez levantarnos y aceptar que estamos mal, que esta sociedad está mal, que estamos equivocados y comenzar a construir algo nuevo, para nosotros y para los que vienen, quisiera entender el porqué las personas somos estúpidas y actuamos de maneras tan destructivas aun en el apocalipsis, como si tuviéramos segundas oportunidades, el tiempo no regresa.
Para terminar, este año no fue terrible como lo pintan, teníamos Internet y podíamos divertirnos en casa, la vacuna ya está en los países, piensen en las guerras mundiales, en la peste negra, en la gripe española, duraron años y en casa solo se podía mirar al techo y hacer hijos.

Gracias 2020, te despido como una escuela, como una especialización en vida, gracias por las enseñanzas, te llevaste a muchos que quería y admiraba, a ellos no los olvidaremos jamás, gracias por hacerme sentir vivo nuevamente y por poner a prueba nuestra fuerza.

Foto de Markus Winkler en Pexels

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