En las enfermedades mentales el infierno son los demás… ¿Qué sucedió entonces? Al parecer sin quererlo uno se convierte en algo que estorba. No importa cuanto se trate o de qué manera se configure tu mente, los demás siempre van a encontrar la excusa perfecta para echar encima de ti sus errores. El diagnostico debería se secreto, porque las personas no entienden, son una manada de salvajes que piensan que el enfermo se “inventa todo” y al primer error de “ellos” entonces te lo echan en cara y la solución siempre será “intérnese”, “usted está loco”, “tómese el medicamento” etc. Conductas imbéciles que son en realidad mecanismos de defensa. Una vez una persona recibe un diagnostico con alguna condición diferente en su mente, de inmediato su familia y amigos al enterarse obtienen una licencia para ser unos hijos de puta y de alguna manera hacer creer que la culpa es del enfermo.
Ahora la pregunta es ¿Enfermo? ¿De verdad? Le llaman enfermo a una persona que es sincera y honesta y dice la verdad en la cara de cualquiera sin miedo a pesar de saber que tal vez cuesta una amistad o un negocio, pero le llaman normal a un país entero de hipócritas y ladrones cuya única finalidad es estafar a todo el mundo para conseguir lo que quieren. Le llaman enfermo al que sigue sus sueños sin importar si come o duerme y fracasa una y otra vez, pero es normal el borrego idiota que tiene que levantarse todos los días después de dormir poco por las preocupaciones para ir a trabajar en una rutina, un bucle interminable que lo consume. Le llaman enfermo a ese que grita por ayuda, que se queja de lo que no le gusta, que pelea a muerte por cambiar su realidad y la de los demás, por entenderla, pero le llaman normal el idiota callado y sumiso que se convierte en ciego y sordo ante las injusticias y ante la paupérrima realidad en la que convertimos la vida. Gracias, prefiero seguir siendo enfermo que seguir escudando mi ignorancia y mi falta de humanidad en los demás.
En las enfermedades mentales el infierno son los demás… y entonces soy el ripio, la basura, el hijo de puta, nunca tengo razón en las cosas que siempre suceden una y otra vez y que se avisaron, nunca escuchan las canciones que se repiten una y otra vez y que se cumplen, yo soy el abusador, el violento, el psicópata, el diferente, todos los demás son perfectos, inmaculados, viven en burbujas de perfección las cuales el loco se atreve a perforar, a destruir su genialidad, su poder, su sabiduría. Tanta sabiduría que solo sirve para fracasar una y otra y otra y otra vez. Eso sí, siempre hay tiempo para levantarse, sacudirse, negar la realidad, culpar al loco y seguir adelante en ese interminable fracaso.
En las enfermedades mentales el infierno son ustedes, los que nunca valoraron el amor desmedido y obsesivo hacia ustedes, los que devolvieron mierda a cada flor, a cada abrazo, pero no importa, porque al final ustedes son “los normales” y con eso basta ¿No es así? Cállense, obedezcan, gasten, necesiten, trabajen… los normales, los perfectos.
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