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jueves, 3 de marzo de 2022

Naaaaah, que aburrido se ha vuelto esto del rock colombiano.

Las mismas bandas, las mismas conversaciones, los éxitos de hace 30 años, los tributos insufribles, la corrupción, los egos, el veneno de las lenguas, Colombia logró lo imposible… volver aburrido uno de los mejores géneros musicales que ha dado la humanidad, hoy en día la escena sencillamente está inmersa en un bucle insoportable, carente ya de creatividad y con mucha necesidad, de hecho, parece más una escena de personas desesperadas por conseguir para un almuerzo que un grupo de rebeldes dispuestos a ir contra todo por la causa. Eso de sexo, drogas y rock and roll se cambió por limosna, copia y la “oficina de hoy”.

 

Muy pocas bandas y solistas quedan dando la batalla por la música original o por seguir tratando de innovar en el género en un país al que sencillamente NO LE GUSTA EL ROCK, igual los que están girando ya son viejos gruñones, el rock se volvió viejo, no solo en Colombia sino en el mundo, las leyendas de sesentas y setentas son quienes siguen sonando, Tears for Fears acaba de sacar otro disco ¡a lo bien! el rock como dijo mi hija hace unos días somos “puros viejos roncos dando gritos”. Súmenle a eso la generación de los políticamente correctos en donde su mera existencia se hace imposible, beber está mal, gritar está mal, la ironía está mal, ser agresivo está mal, el propio rock está mal, es odiado, vetado y para completar en el país lo han usado como una herramienta política para someter a la cantidad de gente en necesidad que hace lo que diga el estado por unos pesos. Naaaah, que aburrido se volvió el rock en Colombia.

Los mismos eternos festivales vacíos con las mismas eternas malas bandas que han sido coronadas como los reyes por la repetición de lo insoportable, ese Ska rayado que suena a letanía, el mismo reggae disfrazado, y ¡por dios! La única forma de “innovar” que se le ocurre a esta escena es convertir una banda de rock en una papayera eléctrica, eso es de avanzada para este pueblo que ve la colombianidad como si fuera universal. Naaaaaah que aburrido se volvió el rock en Colombia.

Y ni hablar de los géneros que “odiamos” como el reguetón, que es el que ahora llena estadios, al menos ellos parecen divertirse, a la gente que le gusta el reguetón se le ve feliz con él, bailan, van a sus eventos, escuchan los discos, hacen industria, lo mismo la ranchera, apenas suena en un bar se escucha un chiflido y se pide otra ronda, el rock no, en el rock los mismos rockeros son sus enemigos y el público es avaro y absurdo, aun pagan la misma entrada de 10 mil de los noventa y salen a tomar en la licorera de al lado mientras les llega el turno, el público rockero es conveniente, llenan Rock al Parque que es corrupto y gratis y dejan solas a las bandas el resto del año, naaaah que aburrido.

Y ni hablar de aquellos “gestores” que amaban el rock nacional pero cuando se dieron cuenta que no había dinero en él entonces se convirtieron a la religión agropecuaria tropical y ahora miran con desprecio aquella escena que les fue tan antipática, hablan mal, son hipócritas y ahora cambiaron el ring tone de Maiden por el de Bad Bunny por que son “cool” y están en la “industria”, en la alta industria jaja, neeeeh.

Por estos lados al menos tratamos de seguir disfrutando, aunque es difícil cuando tu propio entorno es el enemigo, duele y es triste ver que los medios y artistas siguen mamando teta del estado aun cuando ya se demostró que son corruptos, ¿Cuántas veces debe alguien apuñalar a su mamá para que lo entiendan? Que aburrido, saber que mientras el corrupto gobierno les de para el pan los tiene arrodillados ¡QUE ABURRIDO! Imaginen por un momento a Johnny Rotten de Sex Pistols llamando a la reina para que les coloque una tarimita en el parque para poder insultarla o a Lemmy de Motorhead pidiendo pista para que un instituto del estado lo meta en una convocatoria, no solo aburrido sino patético.

En fin, podríamos seguir acá todo el día, pero lo cierto es que el rock en Colombia se volvió aburrido y al parecer nadie quiere cambiar esto, aunque hay que destacar ciertos proyectos que no se rinden y que siguen ahí en el disfrute, algunos círculos de bandas que se han unido para olvidar todo este entorno tan insoportable y han creado sus propios espacios. Pero indagando en el taller de historia y apreciación del rock colombiano nos hemos dado cuenta que Colombia realmente solo tuvo dos momentos en donde el rock fue una opción, de resto ha sido solo un nicho bastante triste, recuerden que mientras en el mundo sucedía el rock, acá sucedía Miguel Mateos y Los toreros muertos, realmente nunca fuimos del género.

La conclusión es que deberíamos renovar esas viejas costumbres corruptas y facilistas que nos enseñaron, sacarnos de la cabeza eso de que el rock es gratis y lo patrocina el estado y que las bandas dejen de ser contratistas para disfrutar de nuevo de la música siendo conscientes de que en Colombia NO SE VIVE DEL ROCK SINO PARA EL ROCK, es como querer esquiar en la nieve. ¿Para qué sufrir por algo que no existe? Lo único cierto es que sí, que aburrido se volvió el rock en este país, no la música, sino su aburrida y conveniente escena en donde el problema NO SON LOS MÚSICOS.
 

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