Cuarenta millones de genios o ladrones.

 

Colombia es impresionante, acá suceden episodios que ni en la mente más volátil de la ficción podrían escribirse, la cotidianidad en esta mal llamada patria es un martirio, todo es un problema, ir al banco es un problema, pedirla cita en la EPS es un problema, subir a un bus es un problema, caminar por la calle es un problema, en resumen, vivir en Colombia es un problema al cual la gente ya se acostumbró, y no solo eso, de la manera más patética no solo se acostumbró sino que lo defiende, no lo ve y se llena de ese positivismo tóxico colombiano tan dañino y tan destructor.

 

Que se robaron de nuevo la elecciones, ta bien, que le pagan una millonada al técnico por perder, ta bien, que los trabajos se consiguen por amistad, ta bien, que un profesional no tiene para un pan pero un torcido es millonario, ta bien, el vecino le martilla a las seis de la mañana, relax, los mecánicos y técnicos roban y no son honestos, tranquilos, que matan a los líderes y cada día hay masacres, ta bueno, que el sicario es You Tuber y tiene series en Netflix, eso es progreso, que ahora comprar un queso es un lujo, normal, que la comida está al mismo precio de New York y Noruega pero ganamos como en Somalia, chévere, que somos el país más corrupto del planeta, bacano, que tenemos la peor educación del mundo e inaccesible porque es carísima, eso para que estudiar si es un cartón en la pared, Colombia fracasa y fracasa y los colombianos parecemos disfrutarlo.

Que si no me gusta me vaya, no puedo, porque para irme con mi familia necesito un capital enorme que en este lote no puedo ganar en menos de diez años trabajando honestamente y no hago parte de los ladrones. Por que acá solo hay genios y ladrones. ¿Alguna vez han conocido un colombiano que se equivoque? ¿Uno que acepte sus errores? ¿Uno que cambie de opinión a raíz de nuevas evidencias? ¡Jamás! Y no generalicemos, no todos los colombianos son ladrones o genios, pero por tres o cuatro que existan no vamos a negar que el resto del país no lo es.

Todos se las saben todas, todos son psicólogos y saben como arreglar los problemas de los demás, todos son técnicos y saben cómo ganar el partido, todos son músicos y acuñan frases estúpidas como “la música es una” ¡Y SE LAS CREEN! Acá hacen leyes y libros de la genialidad, de la brillantez de la ignorancia, la ignorancia es una bandera genial, jamás un colombiano se ha equivocado, los demás sí y siempre un colombiano es mejor que todo el planeta entero.

Vivir acá es un martirio, se diseñó este país para ser una perfecta sociedad capitalista feudal, en donde 20 ladrones capitalistas esclavizan el resto del rebaño y el rebaño vive feliz, creyendo que Encanto es una película colombiana que retrata la riqueza de esta patria. Quiten la naturaleza y qué le queda a esta patria ¿Aparte de los mares, las montañas, la comida qué es bueno acá? ¿Qué funciona? Si todo está corrupto y todo se lo roban, todo se lo roban, todo selo roban, quisiera escribir esa frase tres millones de veces a ver si la entendemos, todo selo roban, todo selo roban, todo selo roban. Muy poca gente honesta y muy poca gente dispuesta a denunciar porque acá el que denuncia es un sapo, un lamebotas, lo echan, lo masacran, lo desaparecen, lo vetan, lo silencian, oh gloria inmarcesible, oh jubilo inmortal, el país en donde jamás cesará la horrible noche.

Duele, hablar así duele, porque es una realidad irrefutable, la única manera de hacerlo es a través de falacias lógicas, de sesgos cognitivos que acá son normales en la cultura. El vivo vive del bobo y el bobo de la mama, como voy yo, hecha la ley hecha la trampa, a papaya puesta papaya partida, etc. Etc.

¿La solución? Fácil, así como los alcohólicos se levantan delante de los demás y aceptan su problema “hola soy Felipe y soy alcohólico” asimismo debemos levantarnos y aceptar el problema “hola somos Colombia y estamos hechos una mierda”, solo así podremos comenzar a purgar este virus, esta plaga que cae sobre nosotros, los que creemos que somos los más felices y bacanes del mundo, pero que en realidad estamos ahogados en pobreza, ignorancia y mucha, mucha corrupción.

Criticar no es odiar, uno se preocupa y lucha por lo que ama, no mira para otro lado. Esto está muy mal.

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