El odio ha estado presente durante toda la historia de la
humanidad, dañarse unos a otros para conseguir el fin individual es normal en
cualquier sociedad, pensar en uno y no en lo común. Los humanos, seres
extraños, gregarios pero individualistas, solo uno de los absurdos de esta
especie.
En el siglo XVII se hizo muy común quemar mujeres en la
hoguera al ser tildadas de “brujas”, uno de los lugares tristemente célebres
para esta práctica era el pueblo de Salem en Nuevo Hampshire, Estados Unidos. ¿Qué
se necesitaba para que una mujer fuera quemada en la hoguera para purificar a
través del fuego sus pecados y liberar su alma para que pudiera ser perdonada y
alcanzar la gloria de Dios? Nada… solamente un ignorante que lo creyera y
acusara a alguna víctima. Igual a lo que sucede hoy en día.
Hablemos primero de la ignorancia ¿Qué significa ser
ignorante? Generalmente es una condición crónica en la que una persona cree que
adquiere conocimiento del aire, es decir, una persona que construye su lógica a
partir de la observación y la creencia, son fáciles de adoctrinar y creen todo
lo que se les dice sin ni siquiera preguntar o indagar si es cierto o no. Un
ignorante cree en las brujas porque su abuelita se lo contó cuando era niño y
desde los seis años no se ha preguntado más por el tema, sencillamente creció
con él en su mente como si fuera una verdad. Por eso, cuando va por las calles
del pueblo y ve una mujer que su apariencia no le agrada, la tilda de bruja y
se dirige al tribunal religioso y les dice “Esa mujer es una bruja”.
El tribunal religioso, que generalmente está conformado por
otros ignorantes acepta y llama a la mujer a declarar, resulta que esa mujer
acaba de llegar de terminar sus estudios en ciencia y está experimentando con
gases para crear luces destellantes, cosa que los religiosos y menos el
ignorante entenderán sencillamente porque este conocimiento escapa de ellos,
nunca han estado en contacto y para ellos es la gloria de Dios y su magnífica sabiduría
lo que rige este universo, por lo tanto la mujer es condenada como bruja a
pesar de cada prueba y cada argumento que obviamente es pasado de largo, porque
para el ignorante el argumento no existe y la prueba debe ser manipulada.
La mujer entonces es enviada a un calabozo oscuro, lleno de
ratas, sin comida ni agua en donde comienza a morir lentamente, al pasar de los
días, la mujer considera declararse culpable para poder librarse de esta
tortura, así recibe a los ignorantes que vienen en sus ropas pomposas y con la
boca llena de grasa del cordero que se acaban de comer pagado con los impuestos
de los demás ignorantes.
La mujer, está al lado de otra condenada por el mismo delito
de “brujería”, a ella le hablan primero, la otra mujer sigue gritando que es
inocente, que la saquen de ahí, que nunca ha hecho nada malo, que no tienen
ninguna prueba, a lo que el clérigo sentencia que esa mujer está poseída por el
demonio, lo que le hace disfrazar la realidad, solo el demonio es tan potente
para convertir de esa forma a las personas, que esa meretriz del diablo debe
ser quemada por no aceptar su pecado y así salvarla a través del fuego eterno
de las garras de satanás. Y se la llevan en medio de gritos a la hoguera que
está preparada en la mitad de una plaza repleta hasta reventar de más y más
ignorantes ávidos de justicia divina, quieren ver a la bruja arder hasta las
cenizas.
Entonces la científica al presenciar la escena, se decide de
una vez por todas y para salvarse dice en voz alta ¡sí, soy bruja!, pero estoy
arrepentida, ya aprendí la lección, satanás me tentó con el conocimiento, pero
ya entendí como funciona este mundo, ya entendí que debo ser parte de este
rebaño de Dios y someterme a su ley, por favor perdónenme.
Y el clérigo se conmueve y se acerca a ella, su voz ahora es
suave y le dice --hija mía, estas perdonada tu alma se irá al cielo una vez
seas purificada a través de las llamas por el delito de brujería, ya no eres
parte del burdel de Satanás, Dios te recibirá con agrado a su lado-
Y ella era dirigida a la hoguera para cumplir su condena, su
delito… ser una bruja.