El periodismo es uno de los oficios
más bellos del mundo, pero también uno de los que exigen más responsabilidad y
sobre todo preparación, ya que se desenvuelve en áreas diferentes del
conocimiento. Para el periodista no es suficiente con haber estudiado la carrera
de comunicación social, así como para otro profesional no es suficiente el
conocimiento es una especialidad para hacer periodismo.
Esto no es una pelea, ni una diatriba
y mucho menos una rencilla personal. Esto es un artículo de análisis en donde
se plantea la posibilidad que agentes activos en la industria musical de
Colombia estén siendo nocivos para una práctica artística del género rock
colombiano. No es mi intención destruir sino construir en pro del rock, ojo, en
pro del rock no de un medio de comunicación.
Hace un tiempo, basado en la
constitución el estado colombiano declaró que cualquier persona puede fundar
medios de comunicación y dedicarse a la profesión eliminando la tarjeta
profesional y dejando en libertad a cualquier ciudadano de difundir su
pensamiento. Y eso está muy bien, la libertad de expresión es el bastión de
donde se sostienen las sociedades libres, lo que sucede es que el público debe
tener cierto de nivel de cultura general para poder filtrar las noticias del
ruido y en Colombia hay mucho ruido. Es por eso por lo que portales que solo
usan a las personas para ganar dinero con noticias falsas como Actualidad
Panamericana son exitosos, porque el nivel cultural de la sociedad es muy bajo
y se queda en la lectura del titular, lo que no saben es que con el tráfico
están generando ingresos para esos sitios. Google y Facebook ya están tomando
cartas en el asunto y están bloqueando este tipo de sitios de sus servicios de
publicidad paga.
De hecho, la corte constitucional
colombiana sentenció la ilegalidad de estas prácticas, pero como siempre, en
este país la ley es un chiste mal contado que nadie conoce:
“En conclusión, la libertad de
expresión comprensiva de la garantía de manifestar o recibir pensamientos,
opiniones, y de informar y ser informado veraz e imparcialmente, es un derecho
fundamental y un pilar de la sociedad democrática que goza de una amplía
protección jurídica”, precisa la decisión.
Sin embargo, añade el fallo, este tipo
de publicaciones supone “responsabilidades y obligaciones para su titular, ya
que no es un derecho irrestricto o ilimitado, y en ningún caso puede ser
entendido como herramienta para vulnerar los derechos de otros miembros de la
comunidad, especialmente cuando se trata de los derechos al buen nombre, a la
honra y a la intimidad”.
Corte Constitucional de Colombia,
sentencia contra las noticias falsas.
Lo que sucede hoy en día con algunos
medios en Colombia es aún más grave porque estamos ante un caso de
adoctrinamiento sistemático de un público específico lo cual debe ser
corregido. Una revista, por ejemplo, es libre de tomar posiciones, no es lo
óptimo obviamente, pero es válido, tomar posiciones la convierte en un
panfleto. Hoy por hoy estas revistas que claman tratar temas sobre la escena
rock, son en realidad un panfleto ideológico que publicita una doctrina que
ellos mismos han creado y que han esparcido a través de sus amigos que en este
caso son personas influyentes en la escena local para convertir la música en lo
que ellos dictan. La doctrina quiere enseñar que la cumbia, el vallenato, las
fusiones son “nuevas músicas colombianas” y que el rock clásico está muerto,
destruido, pasado de moda y que no vale la pena seguir creándolo o
practicándolo. Y no han dejado esta doctrina únicamente en su redacción, sino
que la han esparcido a cada uno de los eventos a donde son invitados como
agentes o jurados, todo esto impulsado por la incapacidad de nuestros artistas
de competir internacionalmente lo que conlleva a la necesidad de sublimar lo
nuestro para creer que es mejor que lo que no pudimos hacer.
La definición de adoctrinamiento según
la guía de educación es la siguiente:
Imponer un pensamiento o idea como
verdad indiscutible es adoctrinar, es tratar al ser humano como un esclavo y
quitarle lo más hermoso que posee, su posibilidad de elegir en qué creer, qué
sentir; y armar su destino con libertad, con los únicos límites que imponen el
respecto por las normas justas y por los valores escogidos racionalmente por su
conciencia, a la que conviene educar para que elija el bien, pero este bien tal
vez no sea el mismo para todos, y a eso debe apuntarse, a descubrir lo que cada
persona quiere para su vida dentro de las inmensas posibilidades que le ofrece
la vida individual y social dignas. https://educacion.laguia2000.com/tipos-de-educacion/educar-o-adoctrinar
Y esto es peligroso, adoctrinar va
contra la misma humanidad, es quitarles a las personas su libertad y robar su
poder de decidir. Los medios de comunicación no en vano son llamados el cuarto
poder, quien tenga el poder de la información tiene al pueblo controlado. ¿Qué
mejor ejemplo que Colombia para esto?
El caso de algunos medios que claman
apoyar el rock, pero lo distorsionan ha sido nefasto para la industria
cultural, ya que son sus periodistas y cuerpo editorial quienes han estado
influyendo y moldeando en la desconfiguración del rock en el país. ¿Pero por
qué vamos a aseverar una cosa así?
Por el comercio, por el negocio, para
mantenerse. Durante unos años las revistas trataron de mantener su ideología de
apoyo, pero comercialmente no era muy rentable, trataron de mantener el estatus
de “publicaciones serias” sobre la escena. Las nuevas editoriales comenzaron a
formar amistades y a forjar en su pensamiento un modelo musical diferente
influenciado por otros periodistas, gente que es talentosa, sí, pero que no les
gusta el rock.
Hablar de estos temas en Colombia es
delicado porque no tenemos la suficiente madurez intelectual para no tomarlos
personales, yo mismo he sido víctima del veto de estos medios cuando los he criticado,
pero criticar no es odiar, al contrario, es peligrosa una patria en donde a
todos hay que adular para poder acceder a ser parte de ella, ese es el nivel
actual del país.
Sucede que sin ningún anuncio los
medios que antes hablaban de rock comenzaron a publicar artículos destruyendo
el género y glorificando otros como el vallenato, la cumbia, la carranga
llamándole a esto “nuevas músicas colombianas” y cometiendo un error muy grave
con el público, destruir en su mente conceptos verdaderos para reemplazarlos
por una doctrina creada en pro de un beneficio económico. Estos medios tenían
la obligación de ser responsables y haber anunciado que su línea editorial iba
a cambiar y que ya no entenderían el rock como se ha entendido siempre sino
como está en sus cabezas.
Yo quiero ilustrar en este artículo,
algunas publicaciones de la revista Shock en donde el género es destruido
premeditadamente para adoctrinar a los lectores. Shock desde luego no es el
único medio que echa mano de este recurso sino casi todos los que quieren
mantener una posición activa económicamente en el mercado. Pero estos artículos
son parte de una colección de absurdos:
Iron Maiden: 35 años sacando el mismo
disco
La pirotecnia y el discurso blando de
Green Day en Bogotáhttps://www.shock.co/musica/la-pirotecnia-y-el-discurso-blando-de-green-day-en-bogota
Publicaciones basadas únicamente en la
opinión de un periodista y nada más. Comenzamos entones a ver en sus artículos
diatribas decididas a destruir aun a los más grandes exponentes del rock
mundial y a glorificar lo que a ellos les parece maravilloso.
Esta actitud no se ha quedado en esos
medios, los periodistas de diferentes revistas, radios y entidades que así actúan,
han sido invitados a innumerables eventos como Circulart, Boom, Rock al Parque
entre muchos más como jurados y ponentes a donde han llevado su ideología y su
doctrina hasta tal punto que el primer puntaje de Rock al Parque 2017 lo tuvo
un grupo de Carranga pura sobre casi cuatrocientas propuestas de rock.
Es irrefutable que evento donde parezcan
involucrados estos nombres que son ya conocidos por todos en la escena, contará
siempre con los mismos artistas dentro de sus invitados, basta con realizar una
comparativa entre las ediciones de Boom en Bogotá y miren cuantos cambios se
han dado en los carteles, son básicamente lo mismo año tras año, agregando
algunos cupos. Y así, se repite, es una práctica sistemática en eventos del
estado como Rock al Parque o incluso en eventos privados, el pecado es que la
gente les ha creído y se han dejado ganar por el juego matando de golpe la
escena en el mainstream y relegándola a las sombras.
El llamado es al público a que lean
los cientos de esfuerzos independientes y profesionales que hay en Colombia
sobre el género, blogs, páginas, medios alternativos, incluso buenos programas
en la radio pública y la televisión, son muy pocos, pero existen. Es preferible
hurgar entre la paja para encontrar la aguja, que sentarse a creer que el mundo
es como uno lo tiene en la cabeza. Hoy, que estamos cerrando Subterránica en
Colombia, nos preguntamos porqué le llama más la atención al público saber. Mientras eso sucede, los dejo con un
interesante artículo recientemente publicado sobre “Cómo revolver leche
achocolatada y fallar en el intento” para seguir alimentando a la
intelectualidad.