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lunes, 21 de diciembre de 2020

Las 19 cosas que aprendí del COVID-19.


A principios de 2020 ya se conocía la existencia de una pandemia, una supuesta nueva enfermedad que tenía su primer brote en la ciudad China de Wu-han, con el tiempo se expandió por el planeta y lo que veíamos tan lejano sencillamente alcanzó hasta el último rincón en donde estaban los humanos. Para mí todo se veía ajeno, aun cuando el virus ya estaba en el país, como buen colombiano pensaba que eso le sucedía a los demás y que a mí nunca me iba a tocar, como siempre… pero me tocó, después de muchos meses encerrado, cuidándome, en cuarentena absoluta, aun cuando Colombia lo hizo todo al revés, me llegó, le llegó a mi familia y a todos mis amigos cercanos, era hora de enfrentar la lotería y ver cómo se iba a comportar y si al igual que varios amigos y un familiar, este virus iba a causar mi muerte.

Afortunadamente pasó con más pena que con gloria y mi cuerpo se defendió a la altura, es por eso que quería escribir este artículo para contar mi experiencia porque por más información que uno busca la confusión es peor, espero esto ayude a alguien sobre todo ahora que aunque las vacunas comenzaron a llegar a algunos países, en otros está desatado el contagio. Acá están las 19 enseñanzas que me dejó el COVID-19.

1. Lo más importante que aprendí es que la culpa fue mía.


Esa es la principal enseñanza y es difícil de aceptar, porque yo bajé la guardia después de mucho tiempo cuidándome, tal vez por cansancio, tal vez por confiado, porque hasta ahora todo me había funcionado y en algún momento sin que me diera cuenta a través de mi círculo más cercano fue que el virus entró a mi cuerpo, pudo haber sido aquella vez que me quité la mascarilla para tomarme un trago en donde un mi amigo, o cuando saludé al de los domicilios un domingo cansado y sin tapabocas, bajé la guardia, así fuera un segundo. O mi esposa lo hizo, pero alguno de los dos nos confiamos y nos contagiamos. No se puede bajar la guardia jamás y el tapabocas es lo mejor para no contagiarse, apenas se llegue a un lugar seguro, lavarse las manos, desinfectarse. Uno se contagia porque baja la guardia.

2. Existe, es una enfermedad muy brava.


En un mundo de terraplanistas, de opinólogos, de radicales, encontrar gente que aún no cree que la enfermedad existe es común, la humanidad ha perdido un poco su capacidad de razonar y de análisis y no solo lo vemos con el COVID, es una sociedad que deja bastante que desear en términos intelectuales. La enfermedad existe, yo la tuve, la sentí minuto a minuto y no se la deseo a nadie, no es como una gripa eso es falso, es terrible aun en los casos leves como el mío. Ahora, si fue creada, planeada, instalada, eso nunca lo sabremos, pero existe y me da mucha rabia escuchar a algunos zopencos negarla porque he despedido a 13 amigos que se han ido y a un familiar. Entonces a los que aun la niegan los considero sencillamente estúpidos y me gustaría que atravesaran por ella para que se callaran.

3. Sigo pensando que es parte de un plan.

Que aparezca un virus así, de la manera en que lo hizo es extraño, como dice el dicho, no tengo las pruebas, pero tampoco tengo dudas. Siento que el COVID llegó en el momento preciso en el que el planeta iba a estallar en revueltas sociales y que es una forma de control, nos encerraron, nos quebraron y eso no tenían que hacerlo. Colombia fracasó como en todo lo que hace y en realidad la OMS y las personas que estuvieron al frente fueron incompetentes. Extrañamente la vacuna rusa muestra un 95 de eficacia y nadie lo celebró y apenas Trump perdió las elecciones Pfizer y Moderna anunciaron su triunfo. Cosas muy raras han sucedido, tal vez nunca sepamos la verdad, tal vez sí en algunos años.

4. Los casos como el mío en donde los principales síntomas son el dolor de cabeza y la pérdida del gusto y el olfato son los más leves.

He leído cientos de artículos científicos y médicos en donde identifican el dolor de cabeza y la perdida de los sentidos asociados a los casos más leves, la verdad mi cuadro fue muy leve, en el sentido de que no hubo complicaciones graves, un amigo casi muere entubado, duró 13 días en UCI con la saturación de 30 en el oxígeno, a otro le dio neumonía y pasó dos semanas con antibióticos. A mí me dio dolor de cabeza fuertísimo que me lo lograba calmar con dos pastillas de Advil Rojo de 500 mg, la pérdida del olfato y el gusto es bastante molesta, extraña, se come, pero no se siente nada. Dormí casi 15 días y me levantaba en intervalos al baño o a tratar de escribir algo.

5. La EPS no sirve.

Es verdad que tenemos un seguro en Colombia que quiere ser bandera en sistemas de salud, pero sencillamente no funciona, son inútiles. La EPS nunca quiso venir a hacer las pruebas. Solo 15 días después de tener síntomas me tocó ir a una de sus clínicas en donde no tenían ningún protocolo de seguridad y agarrarme con todo el mundo, llevarles la policía, sacarlos en las redes, amenazarlos e irme a los golpes para que me tomaran en serio. La EPS para mí fue inservible, fue un mal momento y al final solo sirvió para constatar que sí tenía la enfermedad.

Yo tuve que pagar de mi dinero una consulta privada domiciliaria, un examen de anticuerpos que salió negativo y los más extraño de todo, es que cuando fui a la EPS, me tomaron dos pruebas el mismo día, en el mismo cuarto, por la misma enfermera, una salió negativa y la PCR cuatro días después salió positiva ¿Entonces?

6. La Secretaría de Salud y el Estado no sirven.

 
Del gobierno no quiero ni hablar, hay gente inútil y negligente en esta vida y después está el gobierno colombiano, la vergüenza humana. Secretaría de salud nunca quiso venir a hacer las pruebas, nunca quiso dar seguimiento y nunca recibimos guía o ayuda de ellos. 25 días después llamaron a “ver como estábamos”, me provocaba matarlos.

Así fue el gobierno, yo soy músico y llené al menos 10 convocatorias de ayudas económicas de Idartes, SCRD, entre otras y no recibí ninguna, incluso unas convocatorias con 3 mil premios beneficiaron a personas o entidades sin experiencia, nosotros nos recibimos nada y este año fue el perfecto para que estos nefastos y deshonestos personajes se robaran integro el presupuesto nacional de la manera más fácil posible.

7. Nadie sabe nada.

Los médicos no saben nada, los periodistas no saben nada, la OMS no sabe nada, los gobiernos no saben nada, nadie tiene ni idea que está pasando. Así es, punto.

8. Las secuelas son peores que la enfermedad.

Después del COVID el cuerpo queda muy debilitado, mi dolor de cabeza era incapacitante y no me bajaba la intensidad ni con inyecciones para el dolor, siento punzadas en el corazón, en el costado derecho del tronco, sentía ahogo y mucho cansancio, no he podido retomar mi rutina y mi esposa y amigos están igual. Las secuelas son durísimas.

9. Muchas de las muertes son por mala praxis médica.

La totalidad de mis amigos y mi familiar muertos fallecieron en la UCI, entubados. Casos extraños como una amiga muy joven que ingresó por cálculos renales y a los 7 días murió entubada por COVID. Así uno a uno murió en la clínica, nadie en casa. No estoy diciendo que la totalidad de muertes sea por esta causa, pero estoy seguro que muchas sí. El entubamiento es un proceso delicado y muy peligroso, muchas personas murieron por esta práctica mal realizada, mi familiar fue uno de ellos, su caso está lleno de vacíos en la ética médica.

10. El mundo ni siquiera en una crisis se une, la naturaleza humana es así.

Esto fue un circo, los sigue siendo, las guerras culturales y de ego, de Estados Unidos con Trump, de Rusia con Putin, de todos los países buscando culpas y polarizando, la misma sociedad. La naturaleza humana es patética. Podemos darnos cuenta que en el apocalipsis nadie ayudará a nadie, esto es sálvese quien pueda y como pueda así sea a costa de la muerte de los demás, a las personas no les interesan los demás, únicamente el individuo.

11. Lo mejor es quedarse en casa.


El encierro es desesperante para muchos, pero es mejor estar en casa en un ambiente limpio y con poco contacto con el exterior. La pandemia se expandió de una manera impresionante. Haciendo gala de su magnífica inteligencia, la idiotez colombiana se hizo evidente al tener la cuarentena más larga del mundo para quitarla en el pico de la pandemia. Acuérdense del Covid Friday y tantas idioteces cometidas. Es difícil porque hay que salir a conseguir dinero, no todos podían robar, pero lo mejor es quedarse en casa.

12. Lo que más me funcionó fue el ibuprofeno.


Esto lo repito porque hay mucha información controvertida al respecto. A mí me daba miedo tomar ibuprofeno porque tengo problemas cardiacos, así que tomaba acetaminofén (Paracetamol) pero no me servía para bajar el terrible dolor de cabeza. Así que comencé a tomar Advil Capsulas rojas de 500 mg, me tomaba dos, eso me sirvió, me quitaba el dolor de cabeza. También tomé agua panela con moringa porque leía que en donde la tomaban nadie se había complicado, eso no me lo dijo ningún médico, lo hice por lo que leía. Así pasé los 15 días, con el Advil, la moringa y nada más. La verdad para ser honesto no tomé agua, tomaba Coca-Cola sin azúcar y comía poco. Bajé cinco kilos, pero los recuperé muy rápido.

13. El terror fue el principal síntoma.


La cabeza lo mata a uno, la paranoia de la muerte, ver que el termómetro sube, pensar que uno se va a ahogar, es lo peor, uno trata de calmarse, pero de repente escucha algo o una noticia y regresa el miedo. Lo mejor es dormir para no pensar, esperar a que pasen los primeros cinco días y ver como va a evolucionar la enfermedad.

14. No me mató aun cuando estaba de primero en la lista de espera.

Soy obeso, tuve un infarto, soy hipertenso, tengo TAB, apnea del sueño, todo esto me colocaba entre los candidatos para morir inmediatamente pero mi cuadro fue el más leve de todos los cercanos, así que las “comorbilidades” como lo llaman no es un factor determinante, tampoco la edad, a mi madre y a la madre de un amigo de más de 70 años las dos el virus les dio muy suave. En cambio, perdí amigos jóvenes y sanos. Así que no, no es cierto en gran parte lo que dicen, aun falta investigar, tienen que ver otros factores. Si usted tiene estas condiciones y se contagia, no es una sentencia de muerte, míreme, acá estoy contándolo y realmente bien después de la enfermedad, solo las secuelas fueron fuertes un par de semanas, pero ya estoy super bien y la inmunidad natural es tanto o más efectiva que la vacuna.

15. El re-contagio.

De varios millones de personas que se han infectado y recuperado en el mundo, las cifras de un segundo contagio son tan mínimas que no se puede afirmar que el Covid 19 se contagie dos veces, ha pasado muy poco tiempo desde que la enfermedad salió a la luz y los números de personas que se han contagiado de nuevo no son determinantes para decir que esto existe. Así que la inmunidad natural funciona.

16. Las mascarillas y pantallas faciales realmente sí funcionan.

Está comprobado, es el método más efectivo para no contagiarse, si usted no cree en esto entonces bien, pero no vaya sin mascarilla cuando tenga que ir cerca a las demás personas, usted tal vez puede ser un joven, un genio, un puto inmortal colombiano tocado por la luz divina y la razón, bajado del Olimpo, bañado por los dos mares y alimentado con leche y miel… pero tal vez le va a doler enterrar a su mamá por no haberla cuidado.

17. La medicina no es lo que pensamos y está muy deshumanizada.

La medicina está sobrevalorada. Es la realidad, la cirugía y otros campos funcionan mejor que otras áreas pero en general nos falta mucho. Bastantes médicos en formación tuvieron que graduarse anticipadamente y salir a realizar procedimientos peligrosos e invasivos como la intubación y por eso murió mucha gente. Nos dimos cuenta que tecnológica y científicamente no somos omnipotentes y a pesar de que lo que se logró con las vacunas es impresionante, debemos replantear nuestra forma de investigar. Colombia demostró ser un país con cero preparaciones científicas y que no gasta dinero en investigación, esto es vergonzoso.

Por otro lado, los médicos han sido enseñados a ser personas sin sentimientos y fríos, creyendo que así son más profesionales y no los afectarán los casos que tratan. Sin embargo, no son robots y todo lo afecta, entonces quitarles el celular a los pacientes, dejarlos incomunicados, hacerlos morir solos, amarrados, sedados, para mi es un crimen, para mí es ser muy déspota en esta vida. Allá ustedes si quieren pensar que no.

Esto es una lección de humildad para que vean que aun somos cavernícolas y que nos falta mucho, que nuestros ídolos no son los correctos y que estamos enfocados en las cosas equivocadas.

18. El hospital es nuestro cuerpo.

Nada más que decir, frente al Covid 19 solo resta esperar a que nuestro cuerpo se arme y luche, al menos hasta la vacuna. Si uno muere no fue culpa de nadie más que de nuestro sistema de defensa.

19. El virus es músico y ebrio, solo se pega en la noche en los bares o conciertos.

Arremetieron contra el espectáculo, las artes y los bares, los cerraros, quebraron a todo el mundo. En Bogotá los satanizaron como en el resto del país y del mundo. Pero permiten el transporte masivo, permiten los bazares, las aglomeraciones de miles en el comercio, el Covid Friday… en resumen, la estupidez colectiva e ignorante no cesará ni en el fin del mundo. Para los gobernantes de este país, el virus solo se esparce en fiestas, en la noche y con alcohol. Es bochornoso pensar en que son quienes gobiernan los que tienen estos pensamientos tan retrógrados, el virus está presente en todas partes y en todas las personas, punto.

Foto de CDC en Pexels

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