El peligro de distorsionar la realidad se hizo evidente con los sucesos del 6 de enero en Los Estados Unidos, es un día que muchas personas van a recordar en los libros, pero con eso no basta, hay que mirar más allá y analizar qué y por qué sucedió lo que sucedió. Seguramente muchos expertos en ciencias sociales ya lo están haciendo y veremos una serie de estudios y trabajos al respecto.
Pero a grandes rasgos, lo que sucedió es que Estados Unidos se encargó
de desbaratar la imagen que tenía ante el mundo, esa imagen publicitaria
que quiere hacer ver al planeta tierra que son la “tierra de la
libertad”, “la mejor democracia del mundo” y “una potencia mundial en
todo sentido”. Cayendo bajo y mostrando un show vergonzoso en donde
algunos mitos cayeron y otros se confirmaron. ¿En serio fue tan fácil entrar al capitolio con armas? Según Hollywood eso no lo logra ni dios mismo, pero personas armadas apuntando a la guardia se hicieron a las instalaciones de una manera que parece ridícula y hubo disparos, muertos ¿Qué pasó? Es inexplicable. ¿Qué hubiera pasado si la turba hubiera sido gente de color? ¿Cuántos muertos estaríamos contando hoy? Hay que hablar las cosas claras, Estados Unidos sigue padeciendo del síndrome del “Capitán América” en donde los blancos salvan el planeta tierra. La tierra de los que criticaban a Maduro por no irse y aceptaron a otro presidente ahora hace lo mismo, el águila imponente ha mostrado su cara real, racimo, abuso policial, insurrección de los ciudadanos, polarización, ignorancia extrema, toda la imagen que Los Estados Unidos habían construido en el mundo ha caído.
El país ya no es visto como la gran nación sino como un campo de batalla en donde los derechos civiles ya son solo un recuerdo y el futuro no se ve fácil, los sucesos de estos días y en realidad de los últimos años han levantado ese velo puesto por Hollywood y Disney y vimos el tras bambalinas de un país que al menos en Latinoamérica nos enseñan a ver como un ejemplo.
El país fue victima de su propio invento, se enfrentaron a lo mismo que han promovido en Latinoamérica y otras partes, en donde se ha apoyando movimientos radicales de desestabilización para lograr metas políticas y ahora lo vivieron en carne propia, esperemos sea lección aprendida.
Por el bien no solo de los Estados Unidos de América, sino de todo el continente y el planeta, debemos apelar a que las personas van a reflexionar y las personas inteligentes del gobierno deben pensar que para cambiar la sociedad hay que trabajar en las estructuras más sensibles: la educación y la salud, porque en eso se ha fallado de manera contundente, se ha fracasado.
Es muy triste ver lo que ha sucedido, eso se replica en todas partes, el planeta está viviendo un momento de cambio importante y todo lo que hagamos será determinante en la supervivencia de nuestra especie, que parece no ir muy bien. Analicemos y actuemos de mejores maneras.