Vivir con miedo a morir, sabiendo que no estaré y que por ende no estarás.
El miedo es el producto de la felicidad, pensar en que no habrá brisa es una agonía.
Vivir con miedo a perder a quien amas, a la negrura eterna de la nada,
No más momentos con mi amada, con mis hijas, no más conciertos en tarima,
No más películas, libros, discos, no más comidas deliciosas o atardeceres en lugares hermosos.
Pero ahí está segura, como una condena que es inevitable, no hay perdón, no hay escape.
Nacimos para morir y el tiempo entre ese nacimiento y la muerte es lo que creamos de nosotros,
Nuestro momento, nuestra historia, la que han logrado convertir en una serie de horror
Quienes creen que dominan las realidades, entonces se puede morir estando vivo.
Vivir con miedo a morir, dormir con miedo a morir, respirar con miedo a morir,
levantarse con miedo a morir.
La imagino esbelta, hermosa y con unos ojos penetrantes y una voz encantadora,
Sosteniendo un vaso del mejor vodka y un cigarrillo, con una sonrisa giocondesca y pícara,
Diciendo, invitándome a irme con ella, en un sopor interminable, sin darme cuenta.
Tal vez ya estamos muertos y morimos con miedo a vivir, tal vez esta no es la realidad,
Tal vez no existimos más que en la mente perversa de algún psicópata,
Esta historia no es normal, es un guion muy elaborado con situaciones inexplicables.
Se muere para olvidar, para descansar, cuando se muere ya no se es y solo existen como un recuerdo, como un sueño, como un miedo, como algo que nunca fue.
Vivir con miedo a morir, respirar con miedo a morir, viajar con miedo a morir, caminar con miedo a morir, cada día, cada hora, cada maldito segundo de esta pequeña existencia.
Morir con miedo a dejarte y no estar más a tu lado.