A mis 47 años me harté de la mayoría de los colombianos, de tratar y tratar de tener conversaciones coherentes, de realizar cambios en la sociedad, de tratar de hacerlos entender la clase de olla corrupta que es este país, de tratan de meternos en la cabeza que la cumbia no es rock y que Carlos vives no es un rockstar y menos un folclorista, pero me mamé. Me harté de ver que la mayoría tiene como sueño ser un viejito patético y millonario sentado con putas en un yate en Miami y pasarse la ley por el culo. Pero ya lo entendí, entendí que esto no tiene remedio y que podría venir el mismísimo Jesucristo a ayudar y terminaría no crucificado sino masacrado junto a los otros doce, asesinado por los diferentes ejércitos de salvajes y acusado de querer destruir este paraíso de sangre, esta Disneylandia para mafiosos.
Me harté de escuchar sus pendejadas, tantos años estudiando para tener que hablar con orangutanes que piensan que el título es un cartón en la pared y que preocuparse por el países una pataleta, tanto vivir para tener que soportar esta horda de homúnculos que cuando insultan lo hacen con burlas y usan palabras como zurdo, payaso o bipolar.
Yo sé que de nada sirven mis palabras porque es más fácil que un cerdo vuele a que un colombiano cambie de opinión o pensamiento a pesar de la luz de nueva evidencia, el colombiano promedio vocifera su verdad a pesar de cualquier cosa. Soy payaso porque en algún momento hice teatro, fui payaso en varias obras, no soy payaso profesional, pero estudié arte dramático lo suficiente para respetar el oficio de los payasos, ya quisiera este país tener la capacidad de poder serlo. Soy bipolar diagnosticado desde 2007, es un infierno que me ha dado muchos regalos, sobre todo el poder ser sincero y honesto, poderles hablar de esta manera sin que me importe mucho lo que opinen, la creatividad explotada es otro regalo por ser bipolar. Y soy zurdo de nacimiento, escribo, como y me hago la paja con la izquierda, puedo usar mis dos manos, mis dos hemisferios cerebrales, eso me ha permitido muchas cosas, muchas más que las del promedio de diestros. Nada es malo, todo es genial.
Lo malo es su patética ignorancia, su falta de conocimiento, su perra forma de ver la vida y de tratar de insultar a los demás con estas palabras. El insulto es usted, el estorbo, un pedazo de carne que deambula por la vida produciendo solo mierda por todas partes, mierda por la boca, mierda por el culo, mierda por el alma. ¿Se da cuenta lo que es insultar? Que usted haya nacido es un insulto, ocupa mucho espacio en un mundo que necesita buenas personas no imbéciles ignorantes que creen haber sido concebidos por Zeus en el Olimpo. Eso es insultar.
Me cansé, me harté, tratar de hablar con la mayoría de colombianos es perdido. Claro que hay gente buena, claro que hay gente poderosamente talentosa, claro que sí hay muchos que valen la pena en Colombia, pero desafortunadamente no son mayoría. Y la culpa no es nuestra, es de tantos siglos de historia de odio, violencia y muerte en donde lo único que importa es el dinero.
Por mi parte… suerte y que les vaya bien.
